lunes, 27 de diciembre de 2010

No me gusta elegir

Se supone que éstas son fiestas para estar con la familia. Se supone que aunque te caigan bien o mal, son días para apartarlo todo y celebrar que se acaba un año y empieza otro, y que no nos ha ido mal del todo. Lo difícil es convencerse de ello y hacerlo a pesar de todo...

No voy a justificar nada ni a nadie, y entiendo perfectamente las razones que hacen que esto no sea posible, pero no por eso no tiene que dolerme o no hacer que vuelva a tener 15 años…

Era por la noche, Jose, Edu y yo salimos con mis padres a dar una vuelta por la calle y nos sentamos en un banco frente a casa. No hacía frío en la calle, un poco en el ambiente, pero era normal después de la enésima pelea entre mis padres… aunque ésta última acabó peor de lo habitual… Sentados en el banco los cinco, mis padres nos dijeron que habían decidido separarse, que no vivirían juntos de momento y que era lo mejor…

Aún no he sentido un dolor semejante en el pecho cómo el de entonces… era como cuando te das cuenta que te han retirado el suelo y te angustia empezar a caer sin poder detenerte… es un estilete que te arrebata la pizca de inocencia que te quedaba al pensar que hay cosas que duran para siempre. Mis ojos empezaron antes que yo a llorar, con tanta pena y tanta rabia que aun me duele recordarlo (creo que mis ojos se me van a volver a adelantar), vi llorar a mis hermanos e incluso a mis padres (al menos a mi madre).

Creo que en el fondo siempre pensé que sería pasajero, temporal, que mis padres volverían a estar juntos, que estaban destinados a ello y que yo era muy afortunado por tenerlos. Ahora ya se que no es así, y duele incluso con 32 años…

Tras la separación, la vida en esa casa fue insostenible. Por motivos que no vienen al caso, mi relación con mi madre empeoró. Como a mi padre lo veía sólo de vez en cuando, podían ser ratos agradables y los malos casi siempre los reservaba para ella. Desde luego no fui muy justo, pero tampoco lo fueron conmigo… pasé a ser el espía, el que está en contra de todos, el chivato, el que se queda con el dinero, el traidor, a quien no hay que contarle nada… Todo por querer que mis padres volvieran a estar juntos… desde luego aprendí la lección. No toda la culpa la tuvieron otros, yo asumo la mía. Aunque poner a tu hijo de intermediario/escudo no es muy correcto, mi padre nunca dejó de hacerlo…

Ambos cometieron errores durante éste tiempo, y pasaron de enemigos mortales a adultos con un trato correcto por sus hijos. Incluso éste verano en Perú, tuvimos la suerte de ir juntos de viaje… pero volvió a ser una ilusión, algo que pasa de largo tan rápido que no eres capaz de retener una imagen fija en tu cabeza.

A mis padres y a sus estupideces, estoy acostumbrado, pero es la primera vez que siento que haga lo que haga, lo voy a hacer mal.

Ésta es la primera Nochevieja que celebro separado de mi madre, desde que tengo uso de razón… y es la primera vez que me hacen elegir… y a mis hermanos…

Parece que vuelvo a tener 15 años, que vuelvo a sentir el puto estilete… Creo que, por fin, he conseguido adelantarme a mis ojos…

jueves, 18 de noviembre de 2010

Cuestión de Suerte

Algunas veces me pregunto si no soy un tipo con suerte. Durante toda mi vida me ha acompañado y, sin darme cuenta, me ha facilitado las cosas. No voy a decir que no he trabajado, ni me he esforzado; pero los que me conocen saben que no siempre ha sido al 100%. De hecho, me decepciona mucho hacer algo y poner todo mi empeño en ello si el resultado me es adverso.

Es en esas circunstancias donde me olvido de la suerte que me ha acompañado siempre, pienso que me ha dejado y que es la culpable de que las cosas me salgan mal. A veces soy injusto con mi propia suerte, y quería reconocerlo en voz alta, para que no se aburra de mí y me acompañe un poco más.

Hoy hace un mes que regresé de New York y Miami, de ver a mis tíos; de hacer uno de los viajes más bonitos que hemos hecho Ysa y yo, visitando lugares que creíamos muy lejanos y poco accesibles económicamente. Pero lo hicimos y lo echamos de menos… Creo que en el fondo tuvimos bastante suerte.

Desde mi vuelta, no he pensado en otra cosa que en mi trabajo. Dentro de 7 meses se acaba mi contrato con el CSIC y no hay posibilidad de prórroga. Me preocupa mucho que va a pasar después y cómo voy a solucionarlo (porque no hay que dudar que lo haré), pero sobre todo me preocupan dos cosas, la primera es no volver a tener la sensación de seguridad que me daba recibir a fin de mes una nómina, y la segunda y más importante es no tener un trabajo donde realizarme y donde sentirme a gusto, uno relacionado con mis estudios y que me deje tiempo para mí… se que es pedir mucho, pero es lo que me ronda la cabeza ahora mismo…

Éste ha sido un mes muy largo, pero las cosas mejorarán: es cuestión de suerte.

martes, 26 de octubre de 2010

Morriña

Cuando pasan cosas importantes en tu vida, sientes la necesidad de recordarlas… pero no es lo mismo. Sabes de sobra que jamás será lo mismo, y eso es lo que te produce nostalgia. Es una sensación de angustia y de ahogo, por no poder hacer inmediato lo vivido días atrás… por eso dicen que, con el tiempo, se va superando… porque el recuerdo es más leve y se va diluyendo de tu mente poco a poco.

A mi me está costando más que de costumbre (eso pensamos todos) olvidarme de las tardes de Lima, de sus edificios grises y de los paseos por la inmensa ciudad que me vio nacer. Igual de rápido vienen a mi memoria las mañanas frías de Cusco, preparándonos para subir a Machu Picchu o visitar el valle sagrado. Por no hablar del sofocante calor de Tarapoto y el paseo por la Laguna Azul (increíble por paisaje y por la coincidencia de mis padres en el viaje). Tampoco es fácil olvidar los desayunos, ya que en Madrid casi nunca lo hago… Pero no solo recuerdo los desayunos en Perú, recuerdo Perkins, en West Palm Beach, donde el desayuno parecía más una comida por lo abundante y por lo bueno que estaba todo, y los desayunos en New Jersey antes de salir hacia New York a recorrer Manhattan…

La primera vez que subes al mirador, en Machu Picchu y contemplas lo que el hombre fue capaz de hacer en un paraje tan inaccesible, hace que te sientas muy pequeño… Igual de pequeño que en las Dunas de la Laguna Huacachina, que parecen no tener fin… Pequeño ante las cristalinas playas de West Palm Beach o los interminables edificios de Manhattan vistos desde el Empire State Building. Pero pequeño, lo que se dice pequeño, es como te recuerdan todos los familiares que vienen a verte en cualquier celebración. Para ellos el tiempo no debió haber pasado para ti. O no tan deprisa. Cuando te das cuenta de la cantidad de gente que es tu familia, empiezas a echar en falta eso que nunca se te ocurrió que te faltaría: un tío, un primo e incluso un sobrino que te haga comprender que eres una pequeña parte de una gran familia…

Creo que en el fondo es eso lo que más extraño estos días. Ni Lima, ni Cusco, ni Manhattan, ni Pucallpa (o Charlotte), ni Miami, ni ningún sitio: a quienes echo de menos es a mi familia. No mi familia de Siempre que son mis hermanos y mi madre a los que tengo la suerte de tener a mi lado; ni la familia que formamos Ysa y yo (y Turco); sino las personas a las que me une un lazo fuerte se sangre y a las que me cuesta bastante ver tan seguido como quisiera. A mi padre, a mis abuelos, a mis tíos, a mis primos, a los que me dicen que son mis tíos (aunque Ysa no lo comprenda) y a los amigos que hicieron que estas vacaciones, hayan sido las mejores de toda mi vida… Es a ellos a los que echo de menos.

La ventaja de tener “trocitos” de uno mismo esparcidos por el mundo, es que, en algún momento, decides hacer lo imposible por ir a verlos. Si no puedes, los recuerdas con mucha fuerza, casi como si estuvieras allí. A este sentimiento de añoranza, melancolía, nostalgia, tristeza o pena, es lo que los gallegos conocen como Morriña y es precisamente lo que siento desde que regresé: Morriña.

jueves, 21 de octubre de 2010

Adoro las tardes lluviosas

Era una lluviosa tarde de domingo del mes de Octubre del año 2000. Ya había intentado un par de veces acercarme a ella más de la cuenta, pero no me salió bien del todo… aun no lo comprendo, en mi cabeza estaba bastante claro que quería algo conmigo… pero creo que no en ese momento…

Yo estaba en mi antiguo kiosco de la calle Ríos Rosas, en la esquina con Santa Engracia, cerquita de cuatro caminos. Era un pequeño negocio que me daba suficientes réditos para mis caprichos y demás, aunque nunca lo suficiente para vivir, por lo que trabajaba en Telepizza a tiempo parcial (el alquiler de mi casa debía pagarse si o si). El caso es que esa tarde apareció en mi kiosco… Iba bastante abrigada, por el frío; no recuerdo exactamente lo que me dijo cuando me vio, solo se que sus enormes ojos marrones me hicieron abrir enseguida la puerta del kiosco y dejarla pasar para que no se moje.

Si alguno conoce el kiosco, o ha estado ahí alguna vez, sabrá que dentro no es precisamente un palacio. Había una pequeña silla donde estaba sentado y le ofrecí sentarse en mis rodillas (no, si tonto no soy del todo), hablamos un poco de banalidades y me enseñó su funda del móvil (era un avión morado); jugué a hacerla despegar y me besó. El tiempo se detuvo un instante e intenté atrapar en mi mente ese minuto… Recuerdo el viento haciendo vibrar la puerta del kiosco, mi mano derecha en su cintura sin perder ni por un segundo su sitio, mi rodilla derecha haciendo de banco que se mantuvo firme a pesar de temblar, mis ojos cerrándose y mis pupilas dilatándose de incredulidad, mi mano izquierda sujetando firmemente el avión, y mis labios pronunciado un “Si lo se, lo hubiera hecho antes”, a veces me pregunto si no hubiera sido mejor estar callado…

Han pasado 10 años desde aquella tarde y quizás haya perdido detalles de mi recuerdo, pero desde un rincón de Paterson (New Jersey) repetimos ese beso hace unos días. También llovía esa tarde/noche y celebrábamos algún cumpleaños más, pero sobre todo, festejábamos que 10 años después seguíamos juntos, que nuestras vidas cambiaron y se forjaron en torno a nuestra relación, y que no creo que exista fuerza capaz de separarnos…

Volví a mirar el calendario, como hace 10 años, para recordar el día y no poder equivocarme: Era 15 de Octubre.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Va a ser culpa del karma…

De acuerdo con varias religiones dármicas, el karma sería una energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Es una creencia central en las doctrinas del budismo, el hinduismo, el yainismo, el ayyavazhi y el espiritismo. No es que yo no confíe en lo que Wikipedia nos enseña, pero deberían agregar que los actos que realizados no sólo influyen en tu vida futura, sino en tu futuro inmediato…

Hace varios meses, me robaron un iPhone nuevo. Se llevaron una bolsa de deportes con él dentro. Lo pasé bastante mal, ya que no tenía seguro y debía pagar a “La compañía” el importe total de la factura sin disfrutar del teléfono… Hice lo indecible por recuperarlo, consiguiendo información más hábilmente que la gente del CNI, pero finalmente dejé actuar a la justicia. Poco tiempo después conseguí otro, más antiguo. Pero igual de efectivo, al menos podría seguir utilizándolo… me duró menos de 12 horas: lo perdí en la final de la Champions…

Decidí dejar de obsesionarme con el tema y volví a mis quehaceres mundanos. Entre ellos el Singstar Live! Donde nunca había sido clasificado más allá del tercer puesto. El premio en la final era una play 3 slim, así que apunte a mi hermana Vanessa junto conmigo, con la esperanza de que la ganara quien la ganara, fuera para ellos, ya que no tenían… Contra todo pronóstico gané y les di la play a mis hermanos (incluyendo un mando Dual shock 3, guapísimo…)

Dos semanas después, encontré un teléfono en un banco cercano al kiosco de prensa de mi madre. No era gran cosa, pero me pareció que se le había caído a un grupo de personas que estaban aun por ahí. Me acerqué y se alegraron muchísimo de no perderlo… se lo devolví con la idea del Karma rondando mi cabeza…

Al día siguiente recibí una llamada de la comisaría de Tetuán, habían recuperado en iPhone y debía ir a firmar primero, y luego a Plaza Castilla a recuperarlo. Estaba muy contento y sabía que el actuar bien había conseguido que todo se arreglara. Al entrar a los juzgados, la chica que pasó el control, justo antes que yo lo hiciera, olvidó en la bandeja de objetos personales un iPhone igual que el mío. La mujer de seguridad, me dijo que cogiera mi teléfono y me marchara… mentiría si dijera que no se me pasó por la cabeza, pero tenía la idea del Karma dentro… la chica regresó a los 5 minutos, justo después de que le dijera a la vigilante que el teléfono no era mío…

Hace un par de días me aproveché de un centro comercial en mi beneficio personal mediante un engaño (vale, es como robar, pero más fino); sólo pensaba en que ellos no notarían la pérdida que para mi, si supondría un artículo defectuoso, así que les dí el cambiazo. Al día siguiente perdí la segunda cartera Massimo Dutti con el DNI, el carnet de conducir, tarjetas de crédito, dinero, tarjetas de regalo del “centro comercial”, publicidad de mi viaje al Cuzco… Vaya, que el Karma me ha puesto en su sitio…

No voy a poner la mano en el fuego por esto, ni voy a establecerlo como mi principio vital; sólo se que voy a intentar actuar bien, para que me vayan las cosas bien… de momento ayer, en el Bernabeu, le devolvía a un hombre su teléfono… era del palco y no pareció que lo echara en falta, pero por algo se empieza… Espero que el Karma me lo tenga en cuenta…

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los Mochicas del Perú

Aqui os dejo un documental de mi abuelo, grabado hace 7 años, cuando cumplía 50 años como músico... espero que os guste...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Dentro de pocos días será 10 de Septiembre

Hace 84 años, el 10 de Septiembre, nació el primer Nicolás Seclén. Ése fue el principio de todo y la razón de que yo tenga el mismo nombre (bueno, no exactamente el mismo), y la misma pasión por la música… Trabajó en el campo y se labró un futuro cantando y tocando “el arpa” como él llama a su guitarra. Un concurso celebrado en el departamento de Lambayeque, lo lanzó a la fama y paso de su Chiclayo natal a la ciudad de Lima: Allí llevo a sus hijos y todos se hicieron profesionales con el esfuerzo de su garganta y con el trabajo de mi mamá Vilma, que criaba a los niños mientras mi abuelo se iba actuar por ahí… “Ésta vida de bohemio, hay que saberla llevar…”

Entre esos 6 hijos, estaba Segundo, el mayor (aunque no lo diga, también es un Nicolás Seclén…), también responsable de mi nombre y mi carácter… aunque eso es para más adelante. Pasó el tiempo y el director del conjunto de música criolla “Los Mochicas del Perú” vio como su hijo mayor, ingresó en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, y se hizo profesional; era un reto que Nicolás tuvo que aceptar y darle a su hijo la oportunidad que el no tuvo, aunque hubiera que pagarlo cantando en los eventos del hospital y la universidad tantas veces como fuera necesario.

No defraudó Segundo a su padre, y prueba de ello es que fue de los primeros de la promoción. Continuó su Secigra (lo que en España llamamos MIR) en una ciudad de ceja de Selva como Tarapoto y un pueblo cercano a ella llamado Sisa. Allí conoció a la familia Hidalgo-Pinedo. Doña Elina Pinedo y Don Víctor Hidalgo (si abuelo, tengo tu nariz y tu “talento” comercial), habían mandado a los mayores, de sus 5 hijos, a estudiar a Lima; entre ellos estaba Mirbith Hidalgo (¿podrías decirme QUE no he heredado de ti, mamá?), quien conocería a Segundo tiempo después.

No se si fue el destino, o algún poder superior, pero no puede ser casualidad. Quizás alguien podría explicar que probabilidades hay de que un tercer Nicolás Seclén nazca exactamente 52 años después del primero… creo que muy pocas. Que en plena celebración del cumpleaños del primero, el tercero quisiera nacer… mala elección, ya que nadie estaba en condiciones para atender a la madre, ni siquiera el segundo Nicolás… Mi madre recuerda mucho quien la llevó al hospital del empleado en Jesús María: Juan Zavaleta y también quien la visitó de los primeros portando un ramo de flores: Guillermo Seclén.

Mirando hacia atrás, es muy pequeña la parte que me toca de ésta historia, pero algo está muy claro, me va a tocar escribir lo que viene: sólo soy el primero de 5 hermanos, todos distintos, pero muy unidos, con muchas historias cada uno de ellos... Vivimos en España, muy lejos de la tierra que nos vio nacer a 4 de nosotros, pero la llevamos en el corazón (creo que sobra decir que somos bastante españoles también)... He conocido a la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida y seguro que tendré más historias que contar, pero más adelante…

Sólo se que en pocos días será 10 de Septiembre: el cumpleaños de mi abuelo, el mío y el día antes del cumpleaños de Paloma… Sólo soy una pequeña parte de ésta historia, espero estar a la altura…

jueves, 19 de agosto de 2010

La culpa es de los padres...

Desde que tengo uso de razón, he tenido la sensación de que me ocultaban cosas. Unas veces artículos materiales para que no los rompiera o porque aun no era momento para dármelos, y otras hechos, encubiertos o endulzados con mentiras, para afrontar mejor la realidad. Un ejemplo claro es lo que pasa en mi familia con algunas relaciones matrimoniales, que en principio nunca pasa nada… pero nada es igual que antes…

No es momento de particularizar ni de especular sobre quien hizo que ni con quien, o sobre el tiempo que esto o lo otro lleva roto… Es tiempo de aprender de los errores de los demás y seguir hacia delante, intentando ser una versión mejorada de lo que te precede, y pensando en las cosas que te han pasado que no quieres que le pasen a nadie más…

Mi abuelo Nicolás (si, primer…) dice que una de las características del pueblo Mochica, es que tenían muchas mujeres (por ese lado no soy muy Mochica…), como se puede comprobar por los restos encontrados junto al Señor de Sipán, y otros diversos ejemplos familiares a los que no voy a hacer referencia. Pero no dice nada sobre las relaciones que tenían entre si, los hijos de las distintas parejas con las otras familias…

Y es que quizás no se dan cuenta de lo mucho que esto afecta a los hijos a nivel de confianza y seguridad. El hecho de que me pasara a mí, siendo ya una persona adulta (más o menos) hizo que lo viera de una manera distinta, enfocando más el problema desde el punto de vista de la soledad que el de la inconciencia… pero no es fácil, no... y mis hermanos y yo, somos los únicos que no tenemos culpa de nada…

En realidad son los hijos, los que menos culpa tienen en todos los problemas de ésta índole, pero son los que primero los sufren, mas que por otra cosa, porque no consiguen entenderlo… “¿es culpa mía?”, “¿Qué he hecho mal?”, y un sinfín de preguntas que no siempre tienen respuesta o que es mejor ocultar…

Por eso tengo la sensación de que es hablando las cosas, mostrándolas como son, como evitamos que la historia se vuelva a repetir; y así, si algún día ocultamos algo, que sea porque lo que queremos es que no encuentren los regalos antes de Navidad o reyes, y no ocultar verdades que, cuando salgan a la luz, parecerán más sucias y envejecidas de cómo eran en realidad…

No, si al final va a ser verdad eso que dicen de que la culpa es de los padres…

martes, 17 de agosto de 2010

A la Minka...

Aun no me acostumbro a regresar a mi rutina. Me cuesta coger un taxi y no preguntarle lo que cobra en ir a tal o cual sitio; ni que en los autobuses (de todos los tamaños y con todos los años del mundo) un tío te grite la ruta que va a seguir y lo cerca que te deja de tu destino… No es lo mismo, aunque solo sea en el aspecto romántico del asunto, ya que en la práctica es un auténtico desastre, pero es mi desastre…

Ir en coche por el centro de Lima es una hazaña superable sólo por unos pocos elegidos (entre los que me encuentro), pero es increíble la cantidad de cosas que puedes comprar en un semáforo en rojo: desde bebidas y galletas, hasta fundas de traje, mapas del Perú en DIN A2, rascadores, libros pirateados, etc.…

Han pasado sólo un par de días, pero tengo grabado en la retina la sonrisa que Ysa tenía plantada en la cara ante las ruinas de Machu Picchu o en las de Pisaq; en un puente de celosía o cruzando el Huallaga en Tarapoto, frente a los pingüinos en las Islas Ballesta o en las dunas del desierto de Paracas. Ahora sólo me quedan los recuerdos (tengo una maleta llena de ellos), pero a veces no es suficiente…

Los días pasan y, poco a poco, entras de lleno en la rutina. Tomas el autobús para ir a trabajar, se te acumulan los problemas en el negocio y te cuesta dormir por las noches… dicen que todo se pasa; pero, cuando consigo dormir un poco, me seco las lágrimas recordando lo que acabo de soñar: Ysa, dentro de una combi, gritando “A la Minka, a la Minka… Sube, sube…”

miércoles, 21 de julio de 2010

Ysa, ¿me ayudas a preparar el viaje?

Me dijiste una vez que cuando haces un viaje, llenas la maleta de ilusiones y que, cuando vuelves, la traes llena de recuerdos… La verdad es que tiene mucho sentido, aunque has olvidado unas cuantas cosas que también llevas y traes.

Cuando vas a pasar un tiempo fuera, sabes que lo primero de lo que te vas a desprender es de tus hábitos; tienes que estar dispuesto a cambiarlos o moldearlos a la nueva situación, y eso no siempre es fácil… Lo bueno es que nos vamos de vacaciones y el cambio de la actividad frenética al descanso no cuesta tanto (mi madre dice que a hacer el vago, uno se acostumbra rápido…).

Solo hay que mentalizarse de que lo que vamos a hacer es descansar y todo irá bien… Dejar atrás cosas como el trabajo, las preocupaciones, el estrés, el intento de tenerlo todo bajo control, la angustia por saber que está pasando allí donde tú no puedes estar… Sabes que lo digo por los dos, y que a mi me va a costar más que nadie, pero debemos intentarlo. Si conseguimos dejar todo eso atrás, viajaremos más ligeros y en la maleta entrarán muchos más recuerdos…

Al llegar a un sitio nuevo, te desconciertan siempre una serie de factores: la gente, las costumbres, la forma de decir las cosas, la comida y sus horas… Todos hemos pasado alguna vez por una circunstancia similar en alguna ocasión y hemos salido de ella con más o menos éxito; depende de nuestra propia adecuación al medio y a las circunstancias que nos rodean… La parte buena de esto es que vuelvo a lo que fue mi casa durante mucho tiempo, y será fácil acostumbrarme (no te preocupes pequeña, que voy a ser tu amigo todo el rato y, a no ser que así lo quieras, no estarás sola).

Pero no sólo es lo que llevas, sino también lo que traes. Aparte de todos esos recuerdos que iremos acumulando poco a poco, también nos traeremos sensaciones con nosotros: La paz de lo alto del mirador de las ruinas de Machu Picchu y el cansancio de caminar todo el día a través de ellas; la aventura de los paseos por Tarapoto y la selva que lo rodea, así como los lugares en los que de niño pasaba mis vacaciones…

…El ajetreo de las calles de Lima y el lujo de algunas zonas de la ciudad, que contrasta con la humildad de otras, pero donde se siente el calor de un hogar. La sencillez de la ciudad del Cuzco, donde en tiempos inmemoriales, los españoles dejaron una preciosa arquitectura como herencia (mezclada con la arquitectura inca, claro); el agotamiento de visitar tantos sitios en tiempo récord, incluido la imprescindible visita a la reserva de Paracas y a sus pingüinos: auténtico artífices de éste viaje… pero sobre todas las cosas, hay una…

En éste viaje vas a ver donde nací y donde crecí, vas a oír historias sobre mí que te harán reír y que no podrás creer, vas a conocer a familiares de los que desconocías hasta su existencia y vas a comprender porque, a veces, hago las cosas como las hago… En definitiva, vas a compartir conmigo cosas que no he compartido con nadie que no sea de mi familia, que algunos amigos han visto, pero que no van a vivirlo como tú…

Espero que en nuestras maletas quede hueco para las cosas más importantes que regresarán con nosotros: más complicidad, más cariño y más amor que espero que haga que los momentos vividos en el viaje, nos recuerden cada segundo que lo nuestro es muy, muy especial y que va durar, no “para siempre”, como dicen algunos, sino por “mucho tiempo”, y añado: más tiempo incluso del que se puede contar…

miércoles, 14 de julio de 2010

Campeones del mundo

A mucha gente le puede parecer raro que alguien que no haya nacido aquí, se emocione y se alegre tanto por la victoria de España en el mundial. A mi también me lo parece. Se podría llegar a pensar que te alegras por cómo lo hacen los demás, porque sabes que llegar hasta donde ha llegado la selección española de fútbol no es fácil… pero es algo más que eso…

Corría el año 1982, y la selección peruana se desplazaba a España por la celebración del mundial, jugaría sus partidos del grupo A contra Polonia, Camerún e Italia (Futura campeona), con la que se empató a 1. Empate con Camerún y derrota estrepitosa contra Polonia… para casa. Yo tenía 4 años, casi no tengo recuerdos, pero lo que se es que desde entonces, Perú no se ha clasificado para ningún mundial (y eso que éste, lo gane con la ps3 por penaltis hace como 3 meses…), aunque me amanezca viendo partidos de clasificación desde hace años…

Poco después del mundial de México, mi padre vino a España a hacer un master, y en Diciembre de 1986, vinimos todos los demás (recuerdo aquel día, como el más frío de todos los tiempos). Recuerdo esos días como muy buenos, vivíamos justo al lado del colegio y tenía (y aun conservo) amigos en el colegio que me hacían olvidar a los que había dejado atrás…

El repentino fallecimiento de mi tío Guillermo (pocos días después del nacimiento de mi hermana Paloma) nos hizo regresar precipitadamente, hubo que reorganizar nuestra vida de nuevo, otra vez dejar amigos, recuperar algunos (nunca a todos) y apoyarte más que nunca en tu familia. Pude ver la final del mundial de Italia 1990, y juro que nadie entendió porque lloré cuando perdió Argentina… yo tampoco… Tengo que reconocer que ése mundial fue el primero en el que apoyé a España desde el principio (por considerarlo país de adopción) y me fastidió la eliminación en octavos…

Regresamos a España antes de finalizar 1990 y desde entonces vivimos aquí. Así que se puede decir que las maldiciones de España en los mundiales las he vivido de cerca. Estaba de campamento, viéndolo en una tele habilitada para la ocasión, cuando Tassoti le reventaba la nariz a Luis Enrique de un codazo (no es que más adelante no se lo mereciera, pero no ver eso… es de juzgado de guardia). Empecé a sentir la decepción y la rabia que había a mi alrededor, como propia… la próxima vez… La Eurocopa de Inglaterra 1996, fue directamente una putada. En cuartos con los anfitriones y por penaltis… Casi igual que en el mundial de Francia 1998, solo que ahí, ni siquiera pasamos la primera fase…

En la Eurocopa de 2000, creíamos que esos franceses no iban a poder con nosotros… No sólo pudieron, sino que lo sentenciaron en la primera mitad (que grande Zidane). El mundial de Corea y Japón 2002 tiene un recuerdo nefasto para todos: el colegiado Gamal Al –Ghandour y sus secuaces… para que luego digan que no existen favores arbitrales al equipo que juega en casa… Portugal 2004, esa era la nuestra, llevábamos muy buen equipo… solo que nos eliminaron en la primera fase, con al misma diferencia de goles que el segundo: Grecia, el campeón…

Así que nos plantamos en el Mundial de Alemania 2006, primeros del grupo H, vapuleados en octavos por una Francia a la que considerábamos vieja (otra vez, enorme Zidane)… Está claro que algo había que cambiar, había que escarmentar de alguna manera…
A la Eurocopa de 2008, tras todos los antecedentes, no se podía ir muy confiado (para empezar, no iba Raúl…), pero la gente lo estaba. Ysa y yo nos acabábamos de ir a vivir juntos y queríamos que la gente compartiera esa Eurocopa en casa con nosotros… Fue talismán y ganamos… campeones de Europa… Quisimos repetir en el Mundial (ésta vez en HD gracias al iplus) y, aunque perdimos el primer partido y lo pasamos mal, ganamos el mundial… nuestra casa volvió a ser talismán… Josito, Raúl, Marta, Marta Cuesta, Javi, Nachete, Edu, Carolina, Chema, Andrea y hasta el pequeño Turco hicieron posible la victoria acompañándonos en momentos tan duros… Lo que muchos no saben es que el verdadero Talismán es Ysa, ya que tuvo que trabajar el día del partido contra Suiza y perdimos; desde ese día no salió de casa si jugaba España… ¡¡¡Gracias talismán!!!

Así que cuando la gente me pregunta porque me alegro, no le contesto por no extenderme: “Ganamos”, no digo nada más, porque he sufrido las derrotas de España como mías, porque llevo en éste País, el tiempo suficiente para quererlo y entenderlo (Y eso no muchos pueden decirlo), porque es bonito esperar tanto tiempo para algo así y, porque dentro de mi corazón, algún día, se que veré un Perú – España en un mundial… y no se con quien iré…

martes, 15 de junio de 2010

Felices 2 años de convivencia...

Era por la tarde y yo seguía nervioso, después del trabajo que supuso conseguir un sitio que nos gustara a los 2 y el vértigo que sentimos al verlo, solo faltaba la guinda: pasar nuestra primera noche juntos en nuestra nueva casa.

Lo que supuso la mudanza de “Carolinas”, la casa que compartía con mi hermano, es algo de lo que pocas veces he hablado. Tenía que dar el paso e irme a vivir con Ysa, pero no quería dejar a mi hermano en la estacada y ser responsable de lo que ocurriera después… él me dijo que no lo era, que no me preocupara, pero eso va en el sueldo de hermano mayor…

La mudanza de Ysa de casa de sus padres, es algo que tendría que contar ella (seguro que se atreve algún día), lo que sé es que le constó tanto como a mi, pero ambos fuimos valientes y decidimos dar el paso que debimos dar tiempo atrás. Se abría ante nosotros una nueva forma de ver la vida… ya no era “tu casa” o “mi casa”, era “nuestra” casa… mi familia... y era una responsabilidad enorme… de hecho lo sigue siendo.

A eso había que sumarle, mi despido, la desesperante búsqueda de empleo, mis cursos del INEM, la inesperada beca en el CSIC, la Eurocopa de España, las barbacoas, dejar nuestra casa para fiestas de cumpleaños, mis viajes, los viajes de Ysa, el proyecto de San Bernardo insaciable, la fiesta de los Oscar, el trabajo en la UAX, el iplus, la efímera existencia del iPhone… y nuestro último gran reto: Viajar juntos a Perú…

Hay tantas cosas que quiero agradecerte pequeña Ysa, que sería incapaz de enumerarlas todas. Solo se que quiero “robarle horas al tiempo” para seguir a tu lado haciéndote feliz y siéndolo plenamente. Que no voy a desistir de partirme la cara con quien sea y cuando sea por una sonrisa tuya, y que sigo dándote las “gracias por ser mi estrella de mar” (Algún día tendré valor de componerte algo nuevo).

Felices 2 años de convivencia (dentro de poco, viene otra celebración…)

Te quiero

jueves, 29 de abril de 2010

Un partido distinto

Aquella noche era muy difícil dormir, cada vez que cerraba los ojos, veía a todos y cada uno de mis hermanos de batalla, esta vez, pidiendo mi cabeza… era una sensación extraña y no conseguía acostumbrarme, por eso se hacía cada vez más difícil cerrar los ojos y pensar en otra cosa… Si a eso le añadimos las ganas de jugar y el repaso constante de todo lo que tenía pensado hacer al día siguiente, la noche tenía pinta de ser muy larga…

Eran las 7:15 de la mañana y ya no aguantaba más en la cama. Salí de la habitación con mucho sigilo (de lo contrario, Ysa me habría lesionado de por vida) y descubrí al sol, sin saber que a la postre sería otro enemigo. Aun estaba dándole vueltas a lo mismo de anoche, a cada placaje, a cada balón… salir al 100% aunque sean solo unos minutos, demostrarle a éstos que no estoy acabado, aun no…

Preparé con mucho mimo la bolsa de deporte: Armourfit, bucal, hombreras, rodilleras, percutor… ¿se me olvida algo?... “No Niko, no lleves la azul, esta vez no…”.
La camiseta de Lobos me distinguiría de mis hermanos, haría ver que jugábamos en equipos diferentes por primera vez y que será así a partir de ahora… sin embargo, aprovechando que nadie se daba cuenta, metí mi polo azul, una vez más, aunque sólo sea para después del partido…

Tras algunos quehaceres matutinos, bajé al coche y me puse a conducir, fui a mi kiosco a comprar cosas y al aeropuerto a recoger a Bull. El estaba en una situación muy similar a la mía: era su primer partido de Veteranos como veterano; saber que iba a estar a mi lado me daba bastante confianza, me hacía saber que si bajaba los brazos, él haría lo imposible porque no me perdiera y siguiera peleando. Comimos en casa con Ysa y nos fuimos a la batalla.

Nada más salir del garaje, el ambiente era distinto. Paramos 2 calles más arriba a recoger al Pony y al Tucán (esta vez les tendría enfrente, y harán lo imposible por incomodarme el partido) antes de irnos al campo. Hacía calor. El sol había cumplido su amenaza vespertina y tostaba cada centímetro de la hierba artificial de Puerta de Hierro; “Hará calor, eso me dará algún que otro minuto más en el campo…” Saludos cordiales, algún que otro reencuentro y una situación incómoda: donde te pones. El corazón te pide que hables con los de siempre, que vayas a su encuentro, unos pases, unos “gestos”… pero empieza a llegar la gente con la que has entrenado alguna vez, los que antes (muchísimo antes) fueron tus compañeros de equipo, rivales en Veteranos y ahora tus compañeros… miras con un punto de tristeza como se van al vestuario los novatos… “seguramente alguno juegue de azul…”

Entras en el vestuario y te sientes acogido, te demuestran que no le robas el sitio a nadie, sino que llegas a este equipo porque te lo has ganado por derecho. Te sueltas y empiezas a darte cuenta de que no son tan distintos de los otros, que nunca dejaron de ser tus compañeros y que también se preparan para la batalla… Sales a calentar y ves como va a ir todo; sabes como va a empezar, que no serás titular porque la veteranía es un grado, pero que vas a aprovechar todos y cada uno de los minutos que te den en el campo… “No se imaginan lo que llevo esperando este momento… No saben lo que se les viene encima…”

La cosa no comenzó mal del todo, teníamos a nuestro favor la experiencia y los conceptos machacados y aprendidos durante muchos años: gordos juntos, balones a la línea en superioridad, bien en los rucks… Aunque los chavales salieron a comerse el césped. Disputaban cada agrupamiento como si no hubiese mañana, placaban como animales (en especial, los 2 de siempre), lo que nos dificultaba mucho las cosas…
No debimos hacerlo del todo mal, cuando marcamos un ensayo de salida de 8 (Cubo, como de costumbre) que transformó Arturo; pero lejos de darnos mas ánimo, acrecentó nuestra confianza y permitió la relajación. Tuve el orgullo de salir al campo cuando empezaba ese momento, pero no fui el revulsivo que se buscaba: una Touch robada y una parcial no es una buena carta de presentación… habrá que demostrar en melé porque sigo jugando a esto… ¡Buena melé!, “¿Esos son los pies de Vindio?”…

Como no podía ser de otra forma, la caraja apareció y a esto, se le sumó el cansancio, y los novatos se adelantaron por 2 veces (ensayos del Negro y de Ramón, que nos debe una caja) aunque solo transformaron una. 12-7. No era miedo, pero sentí la congoja de pensar que estas cosas solo me pasan a mí… “Justo tienen que ganar los novatos, el partido en el que me paso a veteranos… ¡Cabrones!”

Aunque no se le puede achacar el resultado de la primera parte solo a la caraja. La intensidad de placaje que demostraron los novatos en este partido, la contundencia en la llegada a los Rucks, la transmisión de balón, el apoyo y los pases, estaba fuera de toda duda y eran muy distintos a los demostrados durante el año. Si mantienen esta intensidad, no creo que en Universitaria haya muchos equipos capaces de ganarles, pero se lo tienen que creer, sino es imposible…

Al empezar la segunda parte, desde el banquillo, Barbas y Serafín maldecían la mala suerte que costillas y tobillo, respectivamente, le habían deparado nada más empezar el partido. Las rotaciones en el equipo de los veteranos funcionaron y el equipo volvió a recuperar frescura y fuerza. No tuvieron la misma suerte los novatos y el cansancio por el esfuerzo de los primeros 40 minutos les fue pasando factura, mermando su concentración. Bien es cierto que los ensayos veteranos no ayudaron: un segundo ensayo en salida de 8, otro de maul, una escapada del Niño (lo que corre el tío), y un magistral juego de línea, acabado por Jeanmi que ensayó con varios tíos a la espalda.

Resultado final 12-27. Era la primera vez que salía del campo con la victoria en un partido de veteranos, “Mira que si perdemos el año en que me paso…”. Estaba muy contento, pero la sensación fue un poco rara. Cuando llegaba a un agrupamiento, los que intentaban echarme de ahí, eran los que antes se colocaban a mi lado, en las touches, los que antes me daban palabras de ánimo, celebraban mis errores. En las melés, tenía delante a quienes antes agarraba con fuerza, aunque sabía dónde empujar y cuando para que no pudieran hacer nada. Lo que si consiguieron fue que odiara a los terceras, todo el puto partido intentando hacerme sangrar… si no fuera porque estaba advertido…


Luego la cena, entrega de trofeos, coros y danzas, y la sorpresa de que había uno para mí. Un trofeo que mis hermanos habían solicitado para mí, por el tiempo que llevo jugando a esto, por el “hueco” que dejo en el vestuario… Un premio que a su vez los veteranos quisieron darme por haber cumplido mi ciclo y jugar del lado que me corresponde. Tuve que aguantar mucho las ganas de llorar de alegría, así que disimulé desnudándome.

Dicen que cuando mueres y ves la luz, tus amigos y familiares te esperan al otro lado. Ya estoy aquí. Esperaré que vengan mis hermanos el tiempo que haga falta.

jueves, 25 de marzo de 2010

Paso de Novato a Veterano; carta abierta.

Hola a todos.
Este año no ha sido lo que yo esperaba, en muchos aspectos, y casi no he jugado con el equipo este 2010 (por no decir nada), lo que me lleva a pensar ¿que sentido tiene jugar con novatos? ¿Debería dar el paso que debí haber dado hace un par de años?...
Si a esto le sumamos los últimos acontecimientos y las constantes amenazas recibidas por parte de mis hermanos, he decidido afrontar, dar el paso y tomar la determinación de la edad que me corresponde: ESTE AÑO VOY A JUGAR CON VETERANOS.
Se que a la mayoría de vosotros ni os alegra ni entristece, ya que casi no habéis jugado conmigo, y a otros sencillamente os da lo mismo porque os importa una puta mierda, pero para mi es un paso importante. Se que el puesto en Veteranos está caro, que jugaré 5 minutos; pero va a ser a gusto y sin presión; se que me enfrentaré a mis hermanos (a los que con el dolor de mi corazón consideraré rivales) y que harán todo lo posible por destruirme del mismo modo que haré lo imposible por demostrarle que me han dado por jubilado muy pronto... ¿Acaso no se trata de eso?, ¿de motivarte teniendo enfrente a alguien a quien le vas a demostrar lo que vales y lo que aún retienes?...
Yo siempre he considerado el partido de veteranos, como una guerra civil, donde miembros de una misma familia se enfrentan con todo lo que tienen para alcanzar la victoria y engrandecer el nombre de su patria... mi patria es y será siempre Rugby Químicas, y esta vez lo voy a defender desde el "otro lado"... el paso de Novato a Veterano es un paso difícil e irreversible, cuesta muchísimo, pero una vez decidido, no hay vuelta atrás. Yo ya lo he hecho y espero vernos el 24 de Abril.
Solo me queda agradecer a todos los que han peleado, sudado y sangrado conmigo, por todos estos años que permanecerán en mi memoria. Ahora me toca veros enfrente igual (o más) motivados que de costumbre. Espero que así sea y que sea un partidazo... Solo una cosa más, y es para los pilieres... preparaos para lo que se os viene encima...
Un abrazo a todos y gracias.
Niko