martes, 17 de agosto de 2010

A la Minka...

Aun no me acostumbro a regresar a mi rutina. Me cuesta coger un taxi y no preguntarle lo que cobra en ir a tal o cual sitio; ni que en los autobuses (de todos los tamaños y con todos los años del mundo) un tío te grite la ruta que va a seguir y lo cerca que te deja de tu destino… No es lo mismo, aunque solo sea en el aspecto romántico del asunto, ya que en la práctica es un auténtico desastre, pero es mi desastre…

Ir en coche por el centro de Lima es una hazaña superable sólo por unos pocos elegidos (entre los que me encuentro), pero es increíble la cantidad de cosas que puedes comprar en un semáforo en rojo: desde bebidas y galletas, hasta fundas de traje, mapas del Perú en DIN A2, rascadores, libros pirateados, etc.…

Han pasado sólo un par de días, pero tengo grabado en la retina la sonrisa que Ysa tenía plantada en la cara ante las ruinas de Machu Picchu o en las de Pisaq; en un puente de celosía o cruzando el Huallaga en Tarapoto, frente a los pingüinos en las Islas Ballesta o en las dunas del desierto de Paracas. Ahora sólo me quedan los recuerdos (tengo una maleta llena de ellos), pero a veces no es suficiente…

Los días pasan y, poco a poco, entras de lleno en la rutina. Tomas el autobús para ir a trabajar, se te acumulan los problemas en el negocio y te cuesta dormir por las noches… dicen que todo se pasa; pero, cuando consigo dormir un poco, me seco las lágrimas recordando lo que acabo de soñar: Ysa, dentro de una combi, gritando “A la Minka, a la Minka… Sube, sube…”

3 comentarios:

Ysa dijo...

A la Minka, a la Minka... Sube, sube! Por supuesto que sí, pero no hay que olvidar: "Javier Prado, todo Javier Prado..." (y todo Javier Prado es muy larga, lo puedo asegurar). Han sido unos días estupendos, y además de los recuerdos hemos traído alguna que otra foto, no? a ver si le sacamos tiempo y organizamos un album en condiciones. No estés triste, aquí también encontraremos cosas buenas, y las rutinas, bueno, pues son un mal inevitable, no? no quiere decir que a mí no me apetezca volver, pero me comprometo contigo a llamar palta al aguacate si eso te hace todo más fácil... Eso sí, se dice cilantro!

Águila Coja dijo...

La tristeza es inevitable...pero siempre podemos recorrer las obras de la zona del manzanares en el coche de Ysa con el chaleco reflectante puesto...

De pilier a cantautor dijo...

Y más cosas, sin duda. Pero es lo que los gallegos llaman "Morriña" lo que tengo estos días. Aunque tengo claro donde está mi hogar, y eso no lo cambia nada...