viernes, 16 de noviembre de 2012

Estoy buscando una caja de folios vacía...


No encuentro ninguna, y eso que llevo anunciando desde el miércoles que necesito al menos una… pero no son fáciles de encontrar. Parece que aparte de su uso habitual, también se ha convertido en estos tiempos en un artículo muy demandado… En éstas cajas se colocan algo más que elementos personales y algún que otro bolígrafo que decides quedarte de recuerdo de la oficina. Hacerlas implica, en la mayoría de los casos, que cambias de rutina, de modo de vida, de compañeros o incluso que vas a tener más tiempo para ti… casi nunca es por voluntad propia…

Hoy es mi último día de trabajo en polímeros. Y tengo en la memoria muy presente mi primer día aquí: sentado, esperando y viendo gente pasar mientras intentaba adivinar cuál de ellos serían mis compañeros… Recuerdo todo marcado con el nombre del anterior técnico, el ordenador que seguramente cambiaríamos en seguida, unas extrañas máquinas de las que ahora soy casi un experto… Pero sobre todo la alegría de empezar y la esperanza de continuar cuando acabe el contrato… No es que la situación cambiara mucho desde que entré, pero el agravamiento progresivo de la situación económica hace que sea parte de los recortes prioritarios…

Ayer estaba en la cresta de la ola, me sentía contento por cómo había salido el evento de SAP, lo mucho que nos habían felicitado, que querían contar con nosotros para los 2 siguientes años que se va a celebrar el evento en Madrid… Incluso me he levantado sobreexcitado por poderle contar a Ysa lo bien que me sentí y lo mucho que agradecía a todos el excelente trabajo de ayer… Pero al llegar aquí, todo cambió. Intenté hacerlo un poco más tarde de lo habitual, pero creo que he empeorado un poco las cosas anímicamente hablando. Todos los que se cruzan conmigo me dicen que es una pena que me vaya, que la plaza no debería quedar vacía, que venga de visita… Gracias, pero ayuda poco, muy, muy poco…

He parado un momento para reflexionar y poder apartarme un rato de todos, sentarme delante de la pantalla del  mismo ordenador del primer día, en mi mesa, y escribir lo último antes de borrar mi usuario y formatear el ordenador… No ha sido fácil, pero al menos puedo exteriorizarlo sin temor de miradas que no entiendan que hay que pasar por éste duelo para seguir adelante. Seguramente, antes de lo que crea, encuentro algo que me vuelva a llenar laboralmente, aunque dudo mucho encontrar unos compañeros como éstos… seguiré en contacto, pero voy a echar mucho de menos el día a día, las bromas… Son gente estupenda… He tenido mucha suerte…

Bueno, manos a la obra: me han dicho que arriba hay un cuarto donde guardan todas cajas de folios vacías para que la gente no haga acopio de ellas… Se que no es cierto, pero me gusta pensar que también se pueden usar para traer cosas, no sólo para llevártelas…