No me he olvidado. No se me ha pasado. Ni muchísimo menos.
Tal vez no haya puesto nada en el muro de Facebook, pero fue porque estaba
esperando que sea el momento adecuado y es hoy: hoy es el día uno.
Quizás ninguno sepa que empezó de informador en el palacio y
que prefería ése puesto a ningún otro porque así “no tenía que subir o bajar
escaleras”. Cuando le conocí, para mi, era como "Hevia" en el "Carrusel Deportivo", uno de
los jefes de todo… Siempre se ha diferenciado del resto en que su forma de
solucionar los problemas, ha sido el diálogo y la paciencia, siempre sin un mal
gesto y siempre empatizando con la gente a la que se dirigía… Joder, cómo le
voy a echar de menos…
La forma cómo se precipitaron las cosas es harina de otro
costal, pero aquí me veo, con una sensación más agria que dulce y con mucho
miedo. No miedo a hacer mal algunas cosas, sino miedo a perder lo que me ha
costado mucho conseguir (y que seguramente lo conseguí gracias a ti): el cariño
y la confianza de la gente con la que trabajo.
No recuerdo el día, tampoco quien estaba destrozando el
escenario ese día, pero si recuerdo que fue en el Palacio de los Deportes
cuando por primera vez depositaste en mi tu confianza. Quizás fue por la
sensación de agobio que le producía no poder estar en mil sitios a la vez (con
990 ya tenías bastante). El caso es que ante la imposibilidad de complacer a
unas personas mal sentadas, jugué las cartas de negociante que mi abuelo me dejó
en prenda y bajé con una idea en la cabeza: conseguiré mi objetivo cueste lo
que cueste.
No creo ser capaz ahora de recordar la cantidad de argumentos que
le di a la señora en ese momento, incluso le abrí mi corazón y nada, no cedía… era
una roca… Con quien si que si lo conseguí, fue con su marido, dijo “Vamos a
movernos, anda, deja al chico en paz”… fue casi instantáneo… todo estaba resuelto…
y si, había sido yo.
Empezado el espectáculo y terminando los 990 problemas
anteriores, Te acercaste corriendo a solucionar un ya inexistente problema; “¿Cómo
lo has hecho?”, “A ti te lo voy a decir”… “Niko… gracias”.
Creo que ése fue el principio. Desde entonces me gustaba
poder hacer bien éste trabajo. Luego vinieron los Disney’s, las fiestas y esas tardes
haciendo mil cosas, que favorecieron que nos hiciéramos amigos… No voy a hablar
de Wii, ni de Singstar, ni Move, ni de fiestas de cumple sorpresas, regalos,
chanchullos, etc.… Y ahora todo tiene que volver a empezar y no es fácil, sobre
todo si parece que le quitas las cosas a quien quieres…
Desde el miércoles, voy a reemplazarte en tu zona, en el
Bernabéu. La propia frase tiene su parte dulce y su parte amarga y no consigo
quitármela de la cabeza. Hay muchas personas con más antigüedad que yo, que seguramente
merezcan el reconocimiento antes, y no quiero mentir, me alegra profundamente
que hayan pensado en mí para el trabajo. A algunas de esas personas las
considero mis amigos, y se que no están molestos conmigo, sino decepcionado con
el hecho de no haber sido ellos quienes lo hagan… Pero no soportaría que esto
pudiera desestabilizarnos y hacer que se vaya todo a paseo… Es importante para mí
que sepan que yo no he pedido nada ni perseguido a nadie, sólo se ha reconocido
mi trabajo y eso me renueva las fuerzas. Hace que quiera seguir con más ganas,
lo que empezó con un “Niko… Gracias”.
Nunca podré hacerlo como tú, ni muchísimo menos. Puede que
lo haga bien, de distinta manera, pero nunca tan bien como tú. Lo que si voy a
hacer es fijarme, mucho, en cómo conseguías hacer las cosas, intentar tener
siempre una sonrisa en los labios, empatizar con los demás y hacer siempre lo
mejor posible el trabajo. Así, algún día, quizás sin darme cuenta, haga que alguien
se sienta valorado por su trabajo, como tú has hecho conmigo, y sienta que es
merecedor de mi confianza, como yo sentía merecer la tuya.
Ya queda menos para la próxima vez que nos veamos. Tienes
permiso para cambiar todo lo que quieras de aspecto, pero no cambies lo más
importante que tienes y contra lo que no se puede competir: un corazón que no
te cabe en el pecho.
Nos vemos pronto Iván.
Niko
1 comentario:
¡Todo va a ir bien!:-)
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