Con los años, el aeropuerto me ha supuesto mucho más dolor
que cualquier otro tipo de satisfacción. Fue en un aeropuerto cuando me despedí
de mis abuelos y mis tíos, a los que no vería hasta 10 años después… Fue otro
aeropuerto, al otro lado del mundo, donde le dije a mi abuelo que nos veríamos
pronto, y no pude cumplir mi maldita promesa… Y es en ese mismo aeropuerto
donde año tras año, despido a mi padre sin saber a ciencia cierta cuando volveré
a disfrutar de su compañía…
Mi hermano Edu está volando en estos momentos, cruzando el
charco, a su estancia post doctoral en Los Ángeles (California). Cuando le
abracé, no pude contener las lágrimas que llevaba aguantando mas de una semana,
desde que me hice a la idea de que tardaría mucho en verle… mucho mas de lo habitual…
y eso duele. No lo había visto llorar desde el 11-M, cuando después de
localizar a mis hermanas, le emocionó la solidaridad de la gente que, a media
hora de los atentados, abarrotaba el hospital de la
Cruz Roja de Reina Victoria para donar sangre… Esta mañana,
cuando se despedía, estaba emocionado, nos abrazaba a todos con lágrimas en los
ojos… pero tras ese momento de debilidad, se repuso y maleta en mano se dirigió
a la zona de embarque… se que le veremos pronto, no me cabe duda, y sabe que
puede contar conmigo para lo que quiera a cualquier hora… Sólo que es muy difícil aceptar un cambio así. Mi hermano Edu se fue a conseguir un futuro mejor, y volverá siedo uno de los más importantes en su campo, no me cabe duda...
Yo pensaba que me habían roto el corazón muchas veces en el
pasado, que el dolor indescriptible que sentí en aquel momento no podía volver,
y si lo hacía, estaba preparado para eso y más. No se si estaré preparado para
algo como aquello, pero lo que si se, es que nunca me habían partido el corazón…
como mucho me lo habían arañado o golpeado levemente. Lo que no olvidaré es lo que
sentí cuando vi partir a mi hermano: esa falta de aire, esas ganas de gritar
sin que te salga la voz, esa punzada en el pecho, ese dolor tan hondo… solo podía
ser una cosa: se me había partido el alma… y otra vez en un aeropuerto.
2 comentarios:
Sólo piensa que ya falta menos para que vuelva... Habrá que empezar a preparar el recibimiento navideño en el aeropuerto...
Todo va a ir bien!
Muy bonito Bro!! Lo de las pegatinas lo repetimos cuando quieras... Que aunque pasen los años podemos cojer pegatinas de los stands de las aerolíneas y salir corriendo como antaño!!...jajaj, la vida te da momentos difíciles, pero también te da momentos bonitos en los que te das cuenta de todo el amor que nos tenemos y de lo mucho que nos echamos de menos.... Tqm hermano.... Y estoy con Ysa.... Preparemos las Navidades!!!
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