Hace 2 años, en mitad de una pandemia mundial, empecé una nueva aventura. Después de media vida dedicado a gestionar eventos, y tras decidir cambiar de camino, me surgió la oportunidad de trabajar en un almacén: "¿como mozo?", me dijeron algunos, ¿Seguro?…
Si, empecé desde abajo, como se cuentan las grandes gestas. Siendo sincero, no era un sitio cualquiera, pero el nombre tuvo que ver en la decisión... con la de veces que había comprado, y ahora vería sus tripas: #Amazon iba a ser mi siguiente aventura y, aunque me lo planteé como algo que duraría poco, nunca me he alegrado tanto de estar equivocado. Tenía muchas cosas en contra: el esfuerzo físico diario a pesar de mi diabetes, el horario que incluían fines de semana, y tampoco es que lo tuviera al lado de casa… pero en esa época había poco donde elegir, y necesitaba cambiar de actividad… Fueron 9 meses duros, sobre todo por la sensación de no saber si al diosa fortuna te permitiría seguir una semana mas... nunca me había despedido tantas veces de la misma gente, y todavía me emociono cuando recuerdo lo bien que me sentaba por la mañana el correo de renovación, después de otra noche donde las lágrimas me acompañaban hasta quedarme dormido. Sinceramente parecía más un reality que una competición de méritos. Vi marcharse gente muy válida, y eso menguaba mi autoestima y hacía crecer la angustia y la incertidumbre. Ya estábamos en ese punto de conocer, comprender y disfrutar lo suficiente del trabajo, como para echarlo de menos si te tocaba ya no volver...
Hasta que un día, por fin, una de las tantas solicitudes de conversión a las que había aplicado, salió a mi favor. Era más lejos de casa, pero era el soñado "Blue Badge". Llevaba tantos años trabajando, dejándome la piel, innovando, implicándome y dando lo mejor de mi; y era la primera vez que tenía un contrato indefinido, encima en una de las empresas mas importantes del mundo. No me lo podía creer. Después de una de las peores rachas que me había tocado pasar, se veía una luz al final del túnel.
Nuevo almacén, nuevos compañeros, nueva forma de trabajar y muchas nuevas responsabilidades, pero el mismo espíritu y la misma convicción que me llevó hasta allí. Me probé de nuevo en roles de responsabilidad y empecé mi camino hacia el lugar que creía me correspondía. Siempre tuve esa sensación trabajando, que puedo hacer un poco más, que tenia capacidad y talento para hacerlo, y así conseguí hacerlo en muchos sitios antes. Conocí (y perdí) mucha gente que me ayudó en el proceso, con la que compartí risas, momentos buenos y muchos malos; pero así son las familias. Esa gente sacó lo mejor de mi, creyó en mi, y me hizo saber que tenía lo necesario para crecer... y así fue…
Habían pasado 11 meses desde mi llegada a Alcalá de Henares y había aprendido mucho y bien. Tanto que un Manager de Uk, me eligió para ser DSL. No lo pude creer. En la primera entrevista, pensé que quedaba claro que no obtendría el puesto. La noticia de mi segunda entrevista me pilló a desprevenido y, aunque fue muy bien, el “descartado” del día siguiente en la intranet, hizo que me fuera olvidando de ello poco a poco… algo debió ver en mi, algo debí hacer bien, porque a pesar de no haberme preparado las entrevistas como se debe, me ofreció la oportunidad de entrar en mi actual equipo.
Este es un equipo donde tenemos las herramientas, el conocimiento y la independencia suficiente para gestionar solicitudes de clientes en la "last mile" de #Amazon, la que marca la diferencia con otras empresas. Donde ese punto de brillantez que da la cultura del "Customer obsession" se hace más presente e imprescindible. Y aquí es donde estoy ahora. Este es ahora mi sitio.
Hace 2 años, salía de una de las épocas más oscuras de mi vida, había transitado por un lugar que no deseo que nadie, ni quienes me llevaron allí, tengan que transitar, y mucho menos solo. Hace 2 años, no podía averiguar que necesitaba, porque ni yo mismo lo sabía. Hace 2 años entré en esta empresa, como una forma de escapar de lo que me rodeaba y de lo que había sido, para 2 años después haberme encontrado con lo que siempre fui y que había olvidado.
2 años, mis primeros 2 años en #Amazon. Tiempo suficiente para muchas historias, para días malos y buenos, para darme cuenta que aun hay sitios donde se valora el esfuerzo, la dedicación y, sobre todo la adaptabilidad a la metodología de trabajo. Aún me recuerdo sentado en un banco, en mitad del almacén, probándome unas botas incomodísimas en mi primer día. Ahí empezó mi gesta. Que diferencia ahora, en el despacho que comparto con mis compañeros, con las 2 pantallas de mi Gringott encendidas y que a veces me resultan insuficientes…
Lo mejor de todo es que he aprendido algo muy importante: tengo mucha suerte con la gente que sigue a mi lado, a pesar de todo, porque me apoyan incondicionalmente; he disfrutado del camino, con sus subidas y bajadas, y sé que aún no es el final.
Ahora toca seguir aprendiendo y creciendo a mi ritmo. Porque voy a seguir haciéndolo. Que no quepa duda.
Veamos que sorpresas vienen ahora.
A ver donde estoy dentro de otros 2 años.